La calidad, la higiene y la seguridad son aspectos ineludibles en el proceso productivo de nuestra industria. Por eso, desde InLeit Ingredients apostamos por garantizar a nuestros clientes el cumplimiento de los más altos estándares de inocuidad alimentaria. Para ello realizamos un esfuerzo permanente en el control y seguridad de todos nuestros productos y nos sometemos a auditorias continuas para obtener las certificaciones más rigurosas.
Estas son las razones por las que, una vez puesta en marcha la planta de producción, el pasado año, iniciamos el proceso para obtener la FSSC 22000, una de las certificaciones más exigentes en seguridad alimentaria que aportan una garantía adicional a la calidad y seguridad de nuestros productos en todas y cada una de las diferentes etapas de la producción y en la logística del almacenamiento y la entrega de mercancía.
Para ello desde la planta de Curtis-Teixeiro se han implementado los protocolos más exigentes en todos los procesos, sumando requerimientos más concretos y de mayor precisión. Todo en pro de un compromiso cada vez mayor y más interiorizado por parte de toda la sociedad con la seguridad alimentaria.
Del mismo modo, y teniendo en cuenta el perfil exportador de InLeit Ingredients, se dieron los pasos necesarios para superar con éxito la auditoría de certificación SAE (Sistemas de Autocontrol Específicos), gracias a lo que queda avalado el cumplimiento por parte de la compañía de los requisitos específicos para la exportación de productos de origen animal. Y, a la vez, se garantiza la correcta trazabilidad hacia el origen y control veterinario de la producción en sus explotaciones ganaderas.
Adaptación a dietas específicas
Con el objetivo de abrir su cartera de productos a nuevos mercados, especialmente a países consumidores de productos lácteos donde una gran parte de la población es judía o musulmana, InLeit Ingredients se ha sometido a los exámenes Kosher y Halal, dos certificados superados también con éxito.
Así, en el caso de Kosher, la autorización como instalación lechera autorizada certifica el cumplimiento por parte de la empresa de los estándares requeridos por Kosher.
Por su parte, certificación Halal avala que la producción no contiene en su composición nada que sea considerado ilícito con arreglo a la ley islámica. Los alimentos son preparados, elaborados, transportados o almacenados, utilizando aparatos o medios que estén exentos de aquello que sea ilícito según la mencionada normativa, al igual que no pueden haber estado en contacto directo con otros alimentos que no satisfagan los requisitos anteriores.
Obtener la certificación Halal permite el acceso a más de medio centenar de países emergentes y a más de 1.600 millones de potenciales clientes a nivel mundial, 44 millones en Europa. También permite superar barreras de entrada a países donde la certificación es obligatoria para poder operar como puede ser Israel.
